viernes, 24 de julio de 2009

Metáfora de una posible forma de olvidar.
una y mil causas por las cuales emprender una gran pelea, por las cuales fraguar una revolución o intentar bombardear, y sin embargo te anclaras al suelo como si hubiera toque de queda, rutinario y limitante pondrás un pie después del primero y así hasta la última parte del perímetro de tu cuerpo, logrando incorporarte al piso, el mismo en el que alguien mas ya dejo rastro de estadía y trascendencia, permanecerás pendiente del viento porque es el único que podría comerte y comprenderte por completo solo él, esperando que todo termine, creyendo morir.
En el transcurso de tu presentación/performance aun sigues creyendo y queriendo vivir en los espacios en blanco de estas letras y de las palabras enviadas días atrás, silencioso como las grandes cosas lejanas, como la luna, como yo (con sus respectivas distancias).
No llegaras a morir más de lo corriente, más de lo que ya otras veces haz muerto, dejaras el café y los cigarrillos solo por el juego de emprender el sueño y echarle la culpa de los sucesos a lo que soñaste, y así tener una historia que contar una que será más real que lo que alguna vez escuchaste de ti o que leíste en los cuentos para niños. Forzaras más de una vez el sueño, ya que habías escuchado que en los sueños más profundos te podrías encontrar con otras personas que soñaban, también recordaras que en las pesadillas y en los sueños cuando todo se pone tan mal siempre acabas por despertar, y te apegaras y aferraras por siempre a eso al igual que a lo que te dijo la luna de mi, que no sabes aun que es pero reconoces es una autentica maravilla.
Al estar tirado ahí, paralelo al cielo y el asfalto empiezas a pensar en lo fácil de morir, pensaras en ti, analizaras que estas ahí y que si eres capaz de crear una sombra es porque eres tú el que yace tirado. Pero la mayor parte del tiempo solo pensaras en mi, y creerás/gritaras lo más fuerte y delimitante de la palabra TU con todas sus conjugaciones y variaciones. Después de un rato creerás que es absurdo llorar, porque ya solo lloras como cuando te hartas de llorar. Y el viento ya se puede cernir por tus lágrimas y en tus parpados, te dará miedo el lodo pero aun así seguirás ensuciando tus ojos.

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